
Durante nuestros años de vida se nos ha enseñado a respetar, valorar, admirar a los demás; dicho más fácilmente se nos ha inculcado sobre el amor hacia otros… y entonces llega el momento en qué nos preguntamos ¿Cómo puedo amar/respetar a alguien más si aún no he desarrollado el amor hacia mi mismo?
Dar amor a otros es bonito, pero ¿has pensado lo bonito que sería amarte a ti?
¿Qué es el amor propio?
Se define como la consideración y estima que una persona siente por ella misma.
Este amor hace referencia a un estado donde las personas nos sentimos bien con nosotras mismas en todos los sentidos tomando en cuenta varias características: aceptación, propias percepciones, respeto por uno mismo, valor que nos damos y optimismo.
El amor propio es un ingrediente súper clave y determinante para disfrutar de bienestar psicológico, emocional e incluso físico.
Algunas personas creen que el amor propio tiene que ver con el narcicismo, el orgullo, el ego, la soberbia o la vanidad y no, para nada. Más bien se trata de la capacidad que tenemos para valorar lo que hacemos, lo que somos, nuestras habilidades y la estima que nos tenemos.

Aunque muchos la ignoren, la autoestima tiene una importancia mayor a la que le atribuye la sociedad. Es más, ciertos trastornos emocionales como el estrés, la ansiedad o la depresión, están asociados a la auto-aceptación, pero la autoestima también tiene que ver con el bienestar social, los hábitos de vida, los proyectos futuros y las relaciones interpersonales.
El amor propio o autoestima es algo que debemos cultivar todos, ajá y ¿Cómo puedo aumentar la autoestima y la aceptación hacia mi mismo? Pues afortunadamente hay muchas maneras para hacerlo:
1- aprende a perdonarte:
El perdón no es solo dejar atrás los actos o las palabras para con los demás. El autoperdón, consiste en aceptar y reconciliarnos con lo que hemos dicho, lo que hemos hecho e incluso con lo que hemos pensado decir o hacer. Es un proceso que requiere de tiempo, paciencia, y que solo se puede completar si decidimos empezar a recorrerlo.
2- comprende que hay cosas que no se pueden controlar:
Pff y que difícil es entender que hay cosas que escapan de nuestras manos,
imagina que nos empeñamos en controlar lo incontrolable, ¿Cómo vamos a terminar? pues acabamos en un bucle que no hará más que hundirnos hasta lo más profundo que se pueda.
Algunos ejemplos de lo que no esta en nuestras manos:
- Las acciones de los demás (tampoco somos responsables de ellas)
- La incertidumbre de lo que pueda pasar en el futuro.
- Las decisiones pasadas de nuestros familiares más cercanos.
- La sociedad en la que vivimos.
- Las opiniones de tu familia o la opinión que los demás tienen de ti (solo no permitas que te afecten).
Cuando entendamos esto (el que no podemos controlar todo), daremos un paso ENORME para fortalecer el amor que nos tenemos. No todo puede estar en «perfecto» orden, tampoco puede «ajustarse/apañarse» a lo que esperamos.
Y sabes qué, eso está bien.
3- cuida tu salud física:
Está más que claro que cuidar de tu salud es una parte imprescindible en el proceso de darte amor.
Eso de aceptarte tal y cómo eres esta GENIAL, pero esto no tiene por qué estar por encima de llevar una vida saludable, la cual te permita gozar de tus años con energía y fuerza.
Hacer algún tipo de ejercicio, se relaciona con la liberación de ciertas hormonas que ayudan a sentirnos bien durante y después de la actividad. La estimulación de estas hormonas es una inyección natural positiva para la autoestima.
El simple hecho de aumentar el rendimiento, cumplir objetivos, mantenernos en forma y recibir cumplidos de los demás hace que se consolide el amor propio. ¿Es que a quien no le gusta que lo piropeen?
4- cuida tu salud mental:
Es tan o más importante que la salud física, busca fortalecerla haciendo cosas que a tu cuerpo le vengan bien, por ejemplo: evita enfocarte solo en trabajo o en noticias devastadoras, evita lo tóxico (personas, ambientes, situaciones), incluye meditación a tu día, dale prioridad al descanso, y si es necesario desconecta para conectar, las RRSS hoy en día nos hacen dudar mucho de nosotros mismos así que limpia tu entorno de ello.
5- elige bien el círculo de personas que te rodea:
Cuando permitimos que entren en nuestro círculo personal e intimo personas que solo trasmiten una actitud negativa, que se enfocan solo en criticar o que no valoran nuestros esfuerzos o logros, acabamos perjudicados y con sentimientos desagradables. El contar con este tipo de personas no hará más que atormentarnos de forma constante.
Así que, aprendemos a escoger quién forma parte de nuestro círculo para que fomentemos el amor propio y no lo destruyamos.
6- hazte cumplidos:
Hacernos un autocumplido es una señal pura y total de aprobación, de reconocimiento y elogio. ¿Has conseguido acabar los deberes antes? ¿Has conseguido aprobar ese examen? ¿Preparaste una receta y superó tus expectativas? Pues celébralo. ¿Lograste aumentar tu rendimiento o pesos en el gimnasio? Ínflate de orgullo. ¿Lograste superar un obstáculo sin perder la cabeza en el trayecto? Date un fuerte aplauso y abrazo por ello.
No es vanidad, no es ser engreído, es celebrar, es enorgullecerte o aplaudir las cosas que haces y que logras.
7- empatiza contigo mismo:
La empatía es la capacidad o el afecto que desarrollamos frente a las emociones de los demás. Ser empáticos con los demás si, ciertamente es lo que se espera, pero ¿y si lo aplicamos a nosotros mismos?, entonces ya estas aportando más granitos de arena a tu montaña de auto-amor.
Algo que ayuda mucho es pensar en cómo hemos ayudado a otros cuando han estado en una situación difícil o incomoda; ahora cuando seamos nosotros quienes estemos pasando por situaciones un poco desagradables pongamos en marcha la autoempatía, tal y como si lo hiciéramos con un amigo, familiar.
8- expresa tus emociones:
Que miedo tenemos a comunicarnos, y muchísimas veces parte del problema viene del no saber cómo dividir las emociones positivas y emociones negativas (buenas y malas).
Un pequeño ejemplo de emociones:
Consideramos «buenas»: El amor, la gratitud, la alegría, el cariño, la confianza y el entusiasmo y creemos que son «malas» el ira, el miedo, la tristeza, la culpa, la vergüenza o los celos… Pero la verdad es que no hay emociones buenas o malas, solo son emociones.
No tengamos miedo o temor en expresarlas, nada bueno puede surgir de la represión y omisión.
Si ya te respetas, aceptas, valoras y amas ¡sigue haciéndolo! Y si aún sientes que puedes amarte y cuidarte más ¡EMPIEZA YA! Y verás como TODO cambiará para mejor sin duda alguna.
Un abrazo.
Keke